Algunos
estudios realizados por expertos en el cuidado del cabello y sus principales
problemas señalan diversas afecciones capilares:
· El Síndrome del
Pelo Sahara, que se encuentra
en la zona centro peninsular, se nota
por un pelo quebradizo, seco y encrespado causado por los cambios bruscos de
temperaturas. La calefacción y el uso frecuente del secador asociados a las
temperaturas suelen deshidratar el cabello...
· El Síndrome del
Pelo Triste, típico en Galicia, Asturias y País Vasco, provoca un pelo apagado y sin brillo,
debido a la lluvia y la alta humedad del aire asociada a la falta de sol.
· El Síndrome del
Pelo Gorro, sobre todo presente en el área del Cantábrico y en los
Pirineos, tiene por síntoma un pelo sin volumen, pegado, grasiento en la raíz y
estático en las puntas. El uso de gorra o sombrero produce mayor sudoración en
el cuero cabelludo, dejando en la raíz una sensación de suciedad y un aspecto
reseco en las puntas que
quedan expuestas al viento, frío y lluvia.
El
experto Andy Uffels de Pantene Pro-V da los consejos más útiles para tratar
estos problemas. En caso del Síndrome
Pelo Sahara hace falta
controlar la humedad de la atmósfera del hogar. Recomienda aplicar semanalmente
un acondicionador hidratante utilizar cepillos de cerdas naturales en vez de
plásticas.
En
cuanto al Síndrome del Pelo
Triste, Uffels recomienda secar el pelo a una temperatura baja, restringir
el uso de rizadores y planchas de alisado y utilizar productos de fijación que
realcen el brillo del cabello. Finalmente, para combatir el Síndrome del Pelo Gorro, se
puede lavar el cabello con champú purificante para quitar el exceso de suciedad
y la aplicación de una protección acondicionadora intensa.
Lavar
bien
Otro
especialista de la misma firma, Rafael Artero, afirma que el lavado y el
acondicionado del cabello son los dos pasos básicos para conseguir un pelo
sano. Una adecuada aplicación de champú y acondicionador repercute en la salud,
fuerza y brillo de cabello. A través del lavado limpiamos nuestro cabello de la
suciedad y el polvo. Algunos de sus trucos son:
Elegir
un champú adecuado: cada persona tiene unas
necesidades distintas y debe adecuar la frecuencia del lavado a éstas. Tenemos
que conocer nuestro tipo de cabello y cuero cabelludo y analizar si existe
alguna necesidad específica que queremos solucionar (cabello castigado o seco,
grasa, caspa, etc.).
·
Humedecer el cabello con agua tibia.
·
Aplicar el champú con un masaje suave y la ayuda de las yemas de
los dedos. Nunca se debe frotar en exceso el cabello.
·
Aclararlo, dejando que el agua corra a través del pelo mientras lo
acompañas del interior hacia exterior. Darse el último aclarado con agua fría
para que las cutículas estén bien cerradas.
·
Retirar el exceso de agua con una toalla o aplicando presión con
los manos pero sin retorcer el cabello.
·
Extender el acondicionador (o la mascarilla) por todos los
mechones, desde las puntas hacia arriba, pero sólo hasta donde se necesite.
Dejar actuar unos minutos.
·
Aclara el cabello una vez más.
·
Si es posible, dejar que el cabello se seque al aire libre. Si
utilizas el secador, hacerlo después de haber quitado la humedad del pelo con
una toalla y no centrar todo el calor en un punto concreto.
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